2000
AN ISLAND WITHOUT ELECTRICITY

For the very first – and yery last – time in their history the Fools had the ship’s chest full of money. They’d sailed to Reykjavik, Cultural Capital of Europe, where they politely dismissed the last four tons of fuel, by having already the bunkers filled. No, no, no, keep the change, thank you! They sailed a joy lap around Ireland, they headed the 2000 Sail Parade to Amsterdama and visited many a town in Holland. The Lord Mayor of Alphen, where ship and, 43 years later, the motor has been build, welcomed them; the Lord Mayor of The Hague wrote that their return to former homeport Scheveningen illustrated the importance and beauty of this port. Untill the city of Alkmaar. For the last journey to there, the nautical maps of the region were sold out, so the captain consulted an XVII-th century map that evidently oversaw some drastic changes. The ship got stuck in the mud. It took the valance of an Admiral de Ruyter, who broke the chains over the Thames, to maneuverer to ship back on route. Much later it became clear that these manoeuvres provoked the breaking of an electricity cable which plunged a whole island in the dark. The farmers couldn’t milk their cows. The arresting officer actually would have loved to join the crew.and regretted his miserable job in his miserable police .boat and He impounded the ship but let her return he 25 miles to homeport Azart Square..

Por primera (y última) vez en su historia, los Locos tenían el cofre del barco lleno de dinero. Habían navegado hasta Reykjavik, capital cultural de Europa, donde despidieron cortésmente las últimas cuatro toneladas de combustible, teniendo ya los búnkeres llenos. No, no, no, quédate con el cambio, ¡gracias! Navegaron alegremente alredendor de Irlanda, encabezaron el Sail Parade 2000 hasta Ámsterdam y visitaron muchas ciudades de Holanda. El alcalde de Alphen, donde se construyeron el barco y, después de 43 años el motor, les dio la bienvenida; El alcalde de La Haya escribió que su regreso al antiguo puerto base de Scheveningen ilustraba la importancia y la belleza de este puerto. Hasta la ciudad de Alkmaar. Para el último viaje allí, los mapas náuticos de la región estaban agotados, por lo que el capitán consultó un mapa del siglo XVII que evidentemente sufrió algunos cambios drásticos. El barco quedó atrapado en el barro. Se necesitó la valentía de un almirante como le Ruyter, que rompió las cadenas sobre el Támesis, para maniobrar y devolver el barco a la ruta. Más tarde se supo que estas maniobras provocaron la rotura de un cable eléctrico, lo que sumió a toda una isla en la oscuridad. Los granjeros no podían ordeñar a sus vacas. Al oficial que lo arrestó realmente le hubiera encantado unirse a la tripulación y se arrepintió de su miserable trabajo en su miserable barco policial. Embargó el barco pero lo dejó regresar las 25 millas hasta el puerto base Plaza Azart.
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